martes, 25 de febrero de 2014

Certificado Energético ¿Qué gano yo sabiendo la calificación energética de la casa en la que vivo?

Certificado Energético Málaga
Muchas veces nos hacen esta pregunta.

Es difícil saber la repercusión el corto y medio plazo de la Calificación Energética de una vivienda, dado que va a depender de muchos factores y fundamentalmente del psicológico y de la repercusión y valor que se le de en el futuro, tanto por parte de los vendedores como compradores. 

Es indudable que una vivienda con una buena Calificación Energética, es sinónima de altas prestaciones energéticas, de mayor ahorro, no sólo energético, sino económico, y fundamentalmente de mayor confort en la habitabilidad de la vivienda, es decir, las sensaciones de frío y calor serán menores a medida que aumentamos la letra en la Etiqueta Energética, es decir, a medida que nos vayamos acercándonos a la letra A.

Desde la ACA (Asociación de Ciencias Ambientales) y extraído de Energías Renovables, nos dan algunas pinceladas de los que se puede ganar y de las ventajas de la Certificación Energética.

Para los propietarios:


  1. Información. La calificación energética otorga información al propietario sobre su bien inmueble. La información le permitirá tomar medidas para mejorar el comportamiento energético del edificio o vivienda de la que es propietario. 
  2. Factor de competitividad. La mejor clasificación otorga a la vivienda un factor de competitividad extra. Al igual que ocurre con otros bienes como los electrodomésticos, una vivienda más eficiente será más competitiva en el mercado. 
  3. Aumento del valor patrimonial. Las viviendas en las que se lleven a cabo medidas de mejora de la eficiencia energética obtendrán una calificación energética mejor (de la A a la G), que aumentará el valor patrimonial. La etiqueta energética lo pondrá de manifiesto al mostrar la calificación energética en los anuncios publicitarios.

Y para los usuarios de la vivienda:



  1. Información. Para el usuario del edificio la información es muy relevante, dado que asume el pago de las facturas energéticas. Además, es un derecho otorgado al consumidor por la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios (RDL 1/2007). 
  2. Capacidad de elección. El futuro comprador o arrendatario conocerá la "eficiencia energética" de la vivienda antes de decidir. Al precio de venta o a la renta mensual del inmueble se incorporarán la "hipoteca energética" como un factor más a tener en cuenta. 
  3.  Mejora en la economía doméstica. Habitar en una vivienda energéticamente más eficiente supone un ahorro económico que permite disponer de mayores recursos para dedicar a otros usos (alimentación, ocio, etcétera).
  4. Mejora en el confort y la calidad de vida. No todo es económico. Por ejemplo, una vivienda mal aislada, no proporciona confort al usuario y es vulnerable frente a la aparición de condensaciones (humedades o podredumbre), con las consecuencias que ello tiene sobre la salud.
Más, aquí.

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