La Eficiencia Energética no sólo nos va ha hacer ahorrar
dinero sino que vamos a contribuir a la mejora del medio ambiente, por otra
parte la Eficiencia Energética no solo consiste en mejorar la envolvente
térmica de la vivienda con la adición de aislamiento térmico en fachadas,
cubiertas o suelos, sustitución de ventanas por ventanas de alta eficiencia,
las instalaciones del agua caliente sanitaria o Calefacción y Refrigeración,
sino que también, hay que tener en cuenta los electrodomésticos típicos y
necesarios que abunda en nuestro hogar y que realicen sus funciones con el
menor consumo energético posible. Por tanto, un hogar con electrodomésticos eficientes
va a dar como resultado una vivienda con menor consumo energético y con menores
emisiones de CO2 a la atmósfera.
¿Cómo saber la Eficiencia Energética de un electrodoméstico?
Muy simple, la podemos conocer a través de su Etiqueta
Energética, en el que además de ver su Calificación Energética también aparece
información sobre el consumo de energía y las prestaciones de dicho aparato.
La Etiqueta Energética, consiste ni más ni menos en una
escala organizada por colores y letras, que comienza por la letra A y el color
verde, siendo dicha letra la más eficiente (el aparato consume menos energía),
pudiendo incluso alcanzar calificaciones de A+, A++ y A+++. Y por otro lado,
está la letra D y el color rojo que corresponde con los equipos menos
eficientes.
Gracias a esta escala energética se puede conocer qué
electrodomésticos es conveniente vigilar para poder reducir el consumo
eléctrico de la vivienda para producir un ahorro en la factura de la energía.
Repasemos algunos electrodomésticos:
- El Frigorífico. Sin duda, es el electrodoméstico es el que más energía consume, ya que está funcionando de forma continua durante las 24 horas del día y 365 días al año, por lo que su consumo energético representa el 30,6 del consumo total energético de una vivienda. Para hacernos una idea. Un frigorífico con la Etiqueta Energética A+++ significará que su consumo energético es de un 30% inferior al de un frigorífico de consumo energético medio, y Etiqueta Energética B. Una Etiqueta Energética Eficiente con unos hábitos óptimos de utilización del frigorífico tendrá como resultado el consumo energético sea todavía inferior. Ejemplos de hábitos: eliminar la capa de hielo del congelador cuando ésta alcance un espesor de 3 a 5 milímetros, regulando la temperatura del frigorífico según las indicaciones del fabricante o alejar el frigorífico de focos de calor.
- La Lavadora. Otro electrodoméstico con alto consumo energético. Puede llegar a representar el 11,8% del consumo eléctrico de una vivienda. Emplear una lavadora con Etiqueta Energética puede suponer una ahorro energético del entorno del 45% con respecto a una lavadora con Etiquetado Energético D. Lo mismo que con el frigorífico, si sumamos buen etiquetado energético y unos óptimos hábitos de uso como utilizar un programa de lavado que tenga una temperatura moderada, utilizar al máximo la capacidad de la lavadora, limpiar filtros entre otros gestos, dará como resultado una mayor optimización de su funcionamiento y una mayor ahorro en el consumo energético.
- Los aparatos de Calefacción o Refrigeración. Ya sea para calefactar o refrigerar, es habitual el uso de aparatos tales como radiadores eléctricos, aires acondicionados, calentadores eléctricos, etc. Para disminuir el consumo energético de estos aparatos es recomendable utilizar temporizadores para limitar su funcionamiento y evitar que estén siempre funcionando continuamente. Además el empleo de bombas de calor (frío y calor) con etiquetado energético A, sin duda alguna, van a mantener nuestro hogar bien calefactado o refrigerado, y en nuestro bolsillo algunos euros más.
Modo stand by o ladrón de energía.
Esto es importante. Los electrodomésticos en modo stand by (apagados
pero con la lucecita encendida) representan el 10,7% del consumo energético de
una vivienda. Es el televisor el máximo representante del stand by dentro de
una casa, pero no es el único, podemos sumar muchos electrodomésticos: ordenador,
portátil, microondas, DVD, router, radio, impresora, etc. Por tanto, es importante
tener en cuenta el stand by o ladrón de energía y evitarlo a toda costa.
Podemos llegar ahorrar hasta un 10,7% de nuestra factura energética eliminando
el modo stand by.
En definitiva, a medida que nuestros electrodomésticos vayan
dejando de funcionar o se vayan a sustituir, es preferible invertir en la
compra de un electrodoméstico de alta eficiencia energética, clase A energética
mínima, para que durante su vida útil de funcionamiento el consumo energético
sea inferior y por tanto ahorremos energía y protejamos el medio ambiente
disminuyendo las emisiones de CO2. El sobrecoste inicial sin duda nos va a
beneficiar a la larga, no hay que olvidar que los precios de la energía están
en continua subida y cada año con subidas, por tanto, el sobrecoste de comprar
un aparato más eficiente se va a amortizar económicamente rápidamente.
El uso de las Energías Renovables en pañales todavía.
Únicamente el 11,2% de las viviendas españolas cuenta con
algún tipo de sistema de energía renovable según el IDAE, Instituto para la
Diversificación y Ahorro de la Energía siendo las viviendas unifamiliares
(casas, chalets, etc) en las que las energías renovables tiene una mayor
penetración pero que sólo alcanza al 22% y únicamente el 6% en los bloques de
pisos residenciales.
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